Por Lucia Silva Magaña
Soy amante de la lectura, jamás termino mi día sin haber leído por lo menos un par de páginas de un libro y no me refiero a lecturas de la escuela o del trabajo, sino algo que pueda disfrutar y que me ayude a relajarme y desconectarme por un momento de todo el estrés de la vida diaria. Sin embargo, mentiría si dijera que llevo toda mi vida con este hábito, porque no es así.
A pesar de que vengo de una familia lectora donde desde chiquita me leían y me compraban libros y en mi casa siempre ha habido muchos títulos de donde elegir, conforme fui creciendo este hábito fue desapareciendo. Podía llegar a comprarme un libro, pero terminarlo me podía tomar hasta un año ya que mis intereses estaban en otros lados.
Fue hasta 2019 que entré a un curso de preparación para la universidad, donde me daban clases de literatura y ahí tuve que aprender de memoria más de 50 títulos de los libros más representativos tanto de la literatura hispánica como de la universal, además de sus autores, sus países y sus corrientes literarias. En un principio parecía muy abrumador, pero la Profesora daba unas explicaciones muy interesantes y muy completas sobre cada libro y nos hacía ver cuál era su importancia y su valor en el mundo. Ese momento fue clave porque me abrió los ojos y pensé: “si existen todos estos libros, de algo me estoy perdiendo, debería de empezar a leer más seguido”. A partir de aquí, decidí que por nada del mundo quería perder este hábito que me inculcaron de chiquita y que lo quería tener para toda mi vida.
Pero, ahora definamos, ¿Qué es un hábito?
Es una acción que se realiza de forma repetida como respuesta a una experiencia previa. Va más allá de una acción automática, como lavarnos los dientes, porque incluye a la conciencia, las metas y la motivación del momento.
La lectura es un hábito que se adquiere. Algunos lo incorporan desde pequeños por motivación de sus familiares o maestros, mientras que otros lo adquieren por interés propio de más grandes. En mi caso, considero que fue una mezcla de ambos ya que me lo fomentaron desde chiquita, pero el interés propio para hacerlo un hábito, surgió de otras experiencias vividas.
Además de que leer es una actividad entretenida y placentera, tiene muchos otros beneficios, por ejemplo: ampliamos nuestro vocabulario, mejoramos nuestras habilidades de expresión escrita (necesarias para cualquier profesión), estimulamos nuestra creatividad, nuestra imaginación, desarrollamos nuestro cerebro y adquirimos nuevos conocimientos.
Entonces, si leer tiene tanto beneficios ¿por qué la gente no lo hace un hábito?
Según los resultados del Módulo de Lectura (Molec) elaborado en el 2020 por el INEGI, en nuestro país se leen en promedio por persona 3.4 libros al año. No parece tan poquito, pero resulta que sólo 2 de cada 10 lectores comprende totalmente el contenido que leyó.
Y de los 38 millones de mexicanos alfabetas mayores de 18 años, menos de la mitad declaró que entre febrero de 2019 y febrero de 2020 leyó algún libro.
Según las encuestas, la mitad de los habitantes aseguró que no tiene tiempo suficiente para dedicarlo a leer. Al menos 1 de cada 4 dijo que no lee por falta de interés y porque no les gusta la lectura y 1 de cada 10 afirmó que no lee porque prefiere realizar otras actividades.
Estás cifras nos pueden conducir a todo un análisis con implicaciones políticas y sociales que ha sido estudiado por sociólogos como Roger Bartra que dice que la lectura es un lujo, un fenómeno elitista y minoritario. Puede que sea cierto ya que México es un país que vive en desigualdad, en 2020 se determinó que 4,456,431 personas no saben leer ni escribir. Entonces es lógico que no todos van a poder aproximarse a la lectura, es algo muy triste y preocupante que espero que en un futuro cambie.
Pero yo sé que muchos de ustedes, sí tienen el privilegio de leer y de crear este hábito si así lo desean. Así que a continuación les daré algunas estrategias que les podrán ayudar:
1- Encuentra los temas de tu interés
La lectura es una actividad que se disfruta mucho siempre y cuando el libro que tengas te interese. Por ejemplo, tengo un amigo al que nunca le ha gustado leer y su novia, a la que sí le gusta, le regaló Rayuela de Julio Cortázar que es muy extenso y complejo, especialmente si eres principiante. Obviamente con la primera página salió corriendo y ya no quiso volver a tocar un libro en su vida. Lo mismo pasa en la escuela cuando obligan a que los niños lean libros con alto grado de complejidad y sin alguien que los oriente correctamente. Leer se vuelve una tortura.
Por eso es muy importante que nos interesemos en lo que leemos, porque de esta manera tendremos una experiencia gratificante con la lectura y nos darán ganas de seguir con este hábito. Esto me lleva al siguiente punto:
2- No tengas miedo ni te avergüences de tus intereses
Me molestan mucho aquellos lectores que se sienten superiores porque leen géneros de cierta complejidad y desprecian a las personas que no leen lo mismo que ellos. Esos que catalogan a la literatura juvenil como «literatura basura». La verdad no creo que exista la literatura basura.
Hoy en día es muy común que, por ejemplo, los youtubers saquen su libro y suelen ser muy criticados porque ellos no tienen estudios literarios. En parte es entendible que un autor que lleva años trabajando y se le cierran las puertas para publicar su libro, ver a un youtuber que le publican su libro y tiene miles de ventas, entiendo que sea algo frustrante. Pero ese es otro tema, aquí el punto es que esos libros de los youtubers más populares que van dirigidos a un público joven, pueden representar el primer acercamiento de niños y adolescentes a la lectura. Los puede acercar a una librería o a una feria de libro y esto les puede despertar el interés para poco a poco encontrar otros libros.
Aquí el punto es tomarnos el tiempo de conocer nuestros gustos, si lo nuestro son las novelas juveniles, la fantasía, novelas románticas, las biografías o el suspenso. Todo es válido.
3- Está bien no encontrar tu libro perfecto a la primera
Supongamos que ya encontraste el libro que consideras perfecto para ti, pero lo empiezas y resulta que no es lo que esperabas, te resulta muy pesado o no te motiva, no pasa nada si no lo terminas. Puedes dejarlo hasta encontrar otro que realmente te guste. Hay miles de libros esperando ser leídos.
4- Establece tiempos de lectura
Muchas veces el pretexto principal para no leer es “no tengo tiempo”, pero ¿ya contaron cuanto tiempo al día invierten en las redes sociales? Uno encuentra el tiempo para lo que verdaderamente quiere hacer.
Si adquieren la costumbre de dedicar al menos 5 o 10 minutos a leer ya sea en la mañana, antes de ir a dormir o en los tiempos muertos entre otras actividades, estarán trabajando en la generación del hábito.
Algunos consejos adicionales que a mí me han servido son:
-Cargar con mi libro a todas partes, nunca se sabe en qué momento voy a tener que hacer esperas largas en el banco o en el consultorio del doctor, así que siempre es bueno tener un libro a la mano.
-Tengo un Reading Journal con listas de los libros, temas o autores que me gustaría leer y cada vez que escucho alguna recomendación acerca de un libro de mi interés, lo agrego a la lista y los voy tachando conforme los leo. También agrego frases, imágenes y dibujos de mis libros favoritos.
-Estoy suscrita a canales de Booktube y sigo páginas relacionadas con libros donde siempre hay recomendaciones y he conocido a personas con las que comparto intereses.
-Cada año me pongo una meta lectora como leer 20 libros en un año, leer más autoras mujeres o leer más libros en otro idioma. Después planifico una estrategia para lograr cumplirla.
Por último, nunca pierdas de vista que leer es una actividad que no se debe forzar, es algo que se debe de hacer por gusto, para disfrutar, por el simple placer de adentrarse en mundos desconocidos que hagan volar nuestra imaginación. Amar la lectura hace que tengamos todo a nuestro alcance.
Porque como dice uno de mis autores favoritos, Benito Taibo, en su libro Persona Normal:
“El libro es jardín que se puede llevar en el bolsillo, nave espacial que viaja en la mochila, arma para enfrentar las mejores batallas y […] a los peores enemigos, semilla de libertad, pañuelo de lágrimas. El libro es cama mullida y cama de clavos, el libro te obliga a pensar, a sonreír, a llorar, a enojarte ante lo injusto y aplaudir la venganza de los justos. El libro es comida, techo, asiento, ropa que me arropa. Lugar que contiene el universo”.
Así que ahora ya sabes lo que tienes que hacer si buscas hacer de la lectura un hábito para toda tu vida y una gran opción para empezar es a través de nuestra colección de libros Boleto para cualquier parte de LibrObjeto Editorial donde seguro encontrarás a tu próximo compañero de aventuras.
Referencias:
INEGI. (2020). Analfabetismo. 20/04/2022, de Cuéntame de México Sitio web: https://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/analfabeta.aspx?tema=P